jueves, 30 de julio de 2015

jueves, 23 de julio de 2015

jueves, 16 de julio de 2015

Cueva de las manos. Patagonia

Cueva de las manos. Patagonia

 La Ley de los Ciclos. Esta ley espiritual dice que la energía liberada por Dios y el hombre siempre vuelve a su punto de origen.
La ley de Multiplicación: todo lo que has emitido en el mundo vuelve multiplicado o intensificado, porque la energía que emites acumula más energía de su propia clase antes de volver a ti.
Si quieres en Bien, hazlo. Si quieres sobrevivir, ayuda a sobrevivir. Si quieres amistad, sé amistoso. Si quieres lealtad, sé leal. Si quieres compasión, sé compasivo. Recibirás lo que des, multiplicado.

lunes, 6 de julio de 2015

Antofagasta de la Sierra

Arte rupestre en Peñas Coloradas - Antofagasta de la Sierra-Catamarca-Argentina
Quebrada del río Miriguaca, emplazada en la localidad de Antofagasta de la Sierra, en el NO de la provincia de Catamarca
 
Los atacameños (forma preferida en Chile), atacamas (forma más utilizada en Argentina), también llamados apatamas, alpatamas, kunzas, likan-antai o likanantaí (en su idioma, llamado kunza: lickan-antay, que se traduce aproximadamente como 'los habitantes del territorio'), son una etnia indígena de Sudamérica que habitó en el interior del desierto de Atacama (Norte de Chile y Argentina y Sur de Bolivia), en torno al curso del río Loa hasta Copiapó, ocupando también las quebradas y valles de este desierto y los faldeos de la cordillera de los Andes incluyendo toda la Puna meridional o Puna de Atacama. El hábitat de los atacamas en Argentina abarcó los departamentos que constituían la extinta Gobernación de Los Andes y regiones vecinas de Jujuy, Salta y Catamarca.
Sus descendientes actuales en gran parte viven en las tierras ancestrales aunque muy mixogenizados formando parte de la población criolla o confundidos con el conjunto llamado colla.

 
En el origen de los tiempos no había nada.  Nada, excepto el Gran Espíritu Creador de la Vida. Por mucho tiempo no hubo nada. Entonces, un día, el Gran Espíritu empezó a soñar…
En la vacía oscuridad soñó con el Fuego, que ardía fulgurante en la mente del Gran Espíritu Creador de la Vida. Tras esto, soñó con el Aire y el Fuego cobró vida bailando y girando en su compañía.  Luego vino la Lluvia. Por mucho tiempo, la batalla entre el Fuego, el Aire y la Lluvia causó estragos en el Sueño pero al Gran Espíritu le gustó, así que continuó soñando.
Cuando la batalla se calmó, aparecieron en el Sueño el Mundo, el Cielo, la Tierra y el Mar. Su hegemonía se alargó por mucho tiempo, tanto que el Gran Espíritu creador empezó a aburrirse del Sueño, aunque quería que continuara. Así que envió la Vida al Sueño para hacerlo real y para que los Espíritus Creadores continuaran soñando por él.
De esta forma, el Gran Espíritu Creador de la Vida hizo llegar al mundo el Secreto del Soñar con el Espíritu de Barramundi, el pez.
Y Barramundi nadó en las aguas profundas y… comenzó también a soñar. Soñó con olas y arena mojada pero Barramundi no comprendía el Sueño y quería seguir soñando sólo con las aguas profundas . Así que Barramundi pasó el Secreto del Soñar al Espíritu de Currikee, la tortuga.
Y Currikee surgió de las olas, se posó sobre la arena mojada y… comenzó también a soñar. Soñó con rocas y sol pero Currikee no comprendía el Sueño y quería seguir soñando sólo con las olas y la arena mojada. Así que Currikee pasó el Secreto del Soñar al Espíritu de Bogai, el lagarto.
Y Bogai, subido a una roca, sintió el cálido sol en su espalda y… comenzó también a soñar. Soñó con cielo y viento pero Bogai no comprendía el Sueño y quería seguir soñando sólo con las rocas bajo el sol. Así que Bogai pasó el Secreto del Soñar al Espíritu de Bunjil, el águila.
Y Bunjil se alzó sobre el cielo abierto sintiendo el viento en sus alas y… comenzó también a soñar. Soñó con árboles y cielo nocturno pero Bunjil no comprendía el Sueño y quería seguir soñando sólo con el cielo abierto y el viento. Así que Bunjil pasó el Secreto del Soñar al Espíritu de Coonerang, la zarigüeya.
Y Cooneran subió a lo alto de un árbol, miró al cielo nocturno y… comenzó también a soñar. Soñó con hierba amarilla y extensas llanuras pero Cooneran no comprendía el Sueño y quería seguir soñando con los árboles, bajo el cielo nocturno. Así que Cooneran pasó el Secreto del Soñar al Espíritu de Kangaroo, el canguro.
Y Kangaroo se irguió sobre las llanuras de hierba amarilla y… comenzó también a soñar. Soñó con música, canto y risa pero Kangaroo no comprendía el Sueño y quería seguir soñando sólo con las amplias llanuras de hierba amarilla. Así que Kangaroo pasó el Secreto del Soñar al Espíritu del Hombre.
Y el Hombre, caminando sobre la tierra, vio todas las obras de la Creación. Escuchó el canto de los pájaros al amanecer y vio el rojo sol del atardecer y… comenzó también a soñar. El Hombre soñó con compartir la música de los pájaros al amanecer, la danza del emú y el ocre rojo de la puesta de sol. Pero soñó también con la risa de los niños y el Hombre comprendió entonces el Sueño.
Así que continuó soñando con todas las cosas que se habían soñado antes.  Soñó con las tranquilas aguas profundas, con las olas y la arena mojada, con las rocas y el cielo abierto, con los árboles y el cielo nocturno y con las llanuras de hierba amarilla. Y el Hombre supo que, con el Sueño, todas las criaturas estaban espiritualmente hermanadas y que él debía proteger su Soñar. Y soñó con cómo contaría este Secreto a sus hijos que aún no habían nacido.
Entonces el Gran Espíritu Creador de la Vida supo que, al fin, el Secreto del Soñar estaba a salvo y, cansado del Sueño de la Creación, se retiró bajo la Tierra para descansar. Así que, desde entonces, cuando los espíritus de todas las criaturas se cansan de Soñar, se unen al Gran Espíritu Creador de la Vida bajo la Tierra. Esta es la razón por la que la Tierra es sagrada y el hombre debe ser su protector.

La Tunita

Desde el comienzo de lo que constituye la herencia del hombre; desde la aparición primera de los arquitectos del globo en que vive, la Deidad no revelada fue reconocida y considerada bajo su único aspecto filosófico: el Movimiento Universal, la vibración del Aliento creador en la Naturaleza.


La ciudad catamarqueña de Ancasti es centro de importantes yacimientos arqueológicos.
En La Tunita, la erosión ha formado galerías, cuevas y aleros. Allí, ubicadas en techos y paredes de esas cavidades, se encuentran imágenes pictóricas únicas y espectaculares, algunas de hasta 1 metro de tamaño, que ubican a La Tunita en un lugar especial dentro del arte rupestre americano.
En este lugar se destaca un bosque de cebiles, plantas con propiedades alucinógenas muy conocidas y utilizadas por los indígenas que poblaron este lugar.
El cebil es un árbol de la familia de la Acacia.  Es endémico de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay y Mauricio.
Para hacer el polvo psicodélico vilca (o cebil), los granos negros de las legumbres de estos árboles primero se tuestan hasta que los granos estallan como pororó. El tostado facilita la remoción de la cáscara, y pone a los granos más fáciles para moler y hacer un polvo. Se retira la cáscara. El polvo se mezcla en mortero con la forma natural de hidróxido de calcio (roca cálcica) u óxido de calcio. La mezcla se humedece a una consistencia similar a masa de pan, usando una pequeña cantidad de agua. Si se usa óxido de calcio el agua reacciona, con reacción exotérmica y formando hidróxido de calcio. Una vez humedecido, se macera en una pelota por varios minutos, donde la bufotenina se pone en contacto con el hidróxido de calcio reaccionando para formar bufotenate cálcico (5-CaO-dimetiltriptamina: DMT). El hidróxido de calcio también reacciona con algo de DMT y de 5-MeO-DMT presente en la forma de base libre de DMT y de 5-MeO-DMT. Luego se deja entre varias horas a varios días, dependiendo de la costumbre local. En ese periodo mucho del exceso de hidróxido de calcio reacciona con el dióxido de carbono del aire para formar carbonato de calcio. El hidróxido de calcio es cáustica en presencia de agua, muy irritante por el pasaje nasal, por eso es deseable que todo el hidróxido se convierta en carbonato. Luego se seca y está listo para usar.

Los chamanes wichí usan activamente la Vilca, con el nombre de hatáj [Ott 2001, p.90].[16]

Ancasti - Catamarca


Descendientes de La Aguada - Catamarca


Cueva de la Candelaria - Catamarca




Cerro Colorado - Norte de Córdoba